jueves, 5 de enero de 2012

¿Te parezco feliz?

Voy caminando por la calle, debajo de los balcones. No quiero que me salpiquen los coches. (ya me pasó una vez, cuando todabia vivia en el piso de la calle de detrás del ayuntamiento)
La gente anada atareada (supongo) no sé no que piensan ni me interesa, pero no tienen cara de felices. Yo tampoco, por lo tanto no soy nadie para dar ejemplo; Pero me extraña que en toda la ciudad, que en media hora que llevo caminando no me haya cruzado con nadie aparentemente feliz.
Sólo he podido ver mujeres con tacones y con cara de amargadas. Creo que en vez de zumo de naranja han tomado zumo de limón y todabia tienen el gusto en la boca.
Ejecutivos con cara de estreñidos (supongo que les apretaba la corbata)
Señoras mayores haciendo cola en las tiendas y discutiendo para ser las primeras o para pagar más barato, por cierto con mucha potencia de voz.
Mis ojos están alerta de lo que van viendo. La gente no parece feliz. Los coches pitan, cómo si hicieran una carrera y tubieran que llegar a algún sitio importante.
Sin embargo, las señoras amargadas llevan bonitos tacones y vestidos de los que valen dinero (éso lo sé porque cuando lo veo en un escaparate intento ver la etiqueta y al ver el precio me asusto. A ésos trajes me refiero)
Los ejecutivos tienen cara de estreñidos pero sin embargo llevan corbatas de seda y huelen a buena loción de afeitar y las señoras que hacen la cola en las teinas y fruterías van llenas de joias y maquillaje y ríen con sus amigas mientras desayunan café y ensaimadas, pero tampoco parecen felices, cuando me acerco, me hechan fuera. Parece que quieren estar solas.
Sigo andando calle abajo sin comprender el sentido de la felicidad.
Yo tampoco soy feliz, pero ¿es posible que no exista ningun ser feliz en la faz de la tierra?
Justo cuando ya me iba a dar por vencida, cruzo la calle y me topo con un chico que hace que me desvie de mi camino. Choca conmigo y le desafío con la mirada. 
Automáticamente, él, se gira y me dice:
- Apartate si vengo de frente...podría haberte hecho daño.
- ¡No tengo porque apartarme! Has invadido mi parte de la calle...
- ¿Tu parte de la calle? Vaya...no sabía que ahora la parte de debajo de los balcones era tuya. Hasta ahora siempre habia sido mia.-

Me mira, sonríe. Y yo me sonrojo mientras miro sus ojos color avellana. No puedo evitar repasar su cuerpo con la mirada y pedirle disculpas.
Él me aparta un mechón de pelo y me dice:


- Ha sido un placer chocarme contigo en nuestro lado de la calle. A partir de ahora lo compartiremos.
Por cierto, me llamo Óscar.-
Yo me rio nerviosa, sigo sonrojada. Me sudan las manos. ¡Pero que estúpida! (piensa mi cabeza) Díle alguna cosa antes de que se vaya, no dejes que los nervios dejen escapar éste chico tan maravilloso.

- Yo soy Andrea. Un placer. No camino mucho por aquí, vivo a tres paradas de metro.
- Encantado, Andrea. Espero verte pronto. Tengo que irme.-

Mis ojos ven cómo Óscar se aleja entre la multitud mientras noto mis mejillas ardientes. 
Fíjate...he sido feliz por un instante. Quizá sea ésto la felicidad. Quien sabe...
Ahora me gustaría ir corriendo detrás de él, cómo en una estúpida película de amor y decirle que me ha removido el estómago, pero lógicamente no hago ésto.


Entro a la farmacia para comprar mis ansiolíticos.
Voy muy nerviosa y con la mirada fija en una caja de "pastillas juanola" digo:


- Me das el: Tranquimazin, Diazepam y los de la noche, los demás no hacen falta, gracias.


- ¿El Diazepam es de 5mg?-


Al oír ésta voz, mi cabeza levanta la mirada de las malditas "pastillas juanola" y observa a Óscar con una bata blanca y sus ojos brillantes.
Me sonrojo. Lo sé, porque me noto las mejillas ardientes de nuevo.
Tartamudeo y contesto:


- Si, de 5mg, lo pone en la receta. Que...que...¿que haces aquí?
- Trabajar...ah y buscar tu medicacion.- Sonríe y me mira desde lejos.


- Bien, pues muchas gracias...perdona por lo de antes...soy un poco torpe. No soporto que la gente se cruze en mi camino, me pone de los nervios. Y parece que en éste mundo nadie es feliz.
¿Te parezco feliz?


- Me pareces preciosa, divertida, peculiar y auténtica.








3 comentarios:

  1. Que lindo tu comentario y que linda tu historia (Espero que sea real jaja le desearía que le pasara eso a cualquiera. Ya había visto tu blog y me gusto mucho, pero, como siempre, se me olvido seguirte :) ya te sigo.
    Tu sigue con tus lindas historias y averiguando si hay alguien feliz en este mundo, yo también me lo pregunto.
    Besitos.

    eldiariodejai.blogspot.com

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  2. Eyyy, yo ya te seguia, pero gracias por recordarme el blog, siempre va bien y gusta que te sigan. Me gusta mucho tu blog.
    La historia en éste caso no es real 100% pero como dice mucha gente, muchas de las historias de las que escribimos tienen algo de real, si no es 100% quizá sea 50%. Un saludo!

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  3. Me ha gustado mucho! Ojalá fuera 100 por 100 real! Hay muchiisima gente feliz, pero muchas veces no las vemos porque llevamos unas enormes gafas de sol prácticamente opacas. Un petonas maca!

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